UN CLUB FAMILIAR

Te explicamos Cora en cinco flashes

1. Padres protagonistas

El club está para ayudar a los padres en su tarea formativa durante el tiempo libre. Por tanto, directivos, preceptores y profesores somos conscientes de que la tarea educativa está subordinada a los intereses de los padres que deciden confiar en el club. Buscamos por tanto, la continua participación de las madres y de los padres a través de conversaciones periódicas y de la organización de actividades específicas para ellos, y estamos siempre a su disposición. En su mayoría la Junta Directiva está compuesta por padres con sus hijos en Cora.

2. Ambiente personalizado

Los principios formativos del club se centran en el desarrollo integral de la persona, dentro de un concepto cristiano del hombre. Cada chico es una persona irrepetible, protagonista de su propia historia. En el club ese protagonismo se fomenta activamente para que sea él quien decida con libertad y responsabilidad a qué metas quiere dirigir sus mejores esfuerzos, de acuerdo con el grado de madurez correspondiente a su edad. Se ofrece un ambiente que facilita expresar con confianza las propias ideas, respetar y comprender las de los demás; y que reconoce siempre el esfuerzo por pensar y dar razones al explicar las cosas.

3. Clima de confianza

La preceptuación. Para lograr el objetivo de colaborar con los padres en la educación de los hijos, el club cuenta con la figura del preceptor. Cada socio tiene asignada una persona que, en contacto con los padres, se encarga de ayudar personalmente a cada chico. El preceptor orienta en los estudios, estimula a lograr nuevas metas, exige y anima.

Tutorías con los padres. De forma periódica y cuando unos y otros lo desean, los preceptores se entrevistan con los padres para coordinar la atención personalizada a cada socio.

4. Plan de formación

A través de las preceptuaciones, charlas y pláticas se transmiten los siguientes objetivos:

  1. Conocerse a sí mismos, tratando de desarrollar sus aptitudes con deportividad y afán de superación.
  2. Ser capaces de integrar todos los aspectos de su vida (la felicidad, el amor, la amistad, el dolor, la familia, la sociedad, la espiritualidad y tantos otros) para construir una personalidad plena.
  3. Potenciar el esfuerzo personal a través de un hábito de trabajo serio y constante.
  4. Implicarse en su vida familiar, contribuyendo a un ambiente de cariño, servicio a los demás y optimismo.
  5. Ser capaces de apreciar la belleza en la naturaleza, el arte y la cultura, así como de interesarse activamente por su entorno natural y social con espíritu solidario.
  6. Aprender a trabajar en equipo, siendo generosos, leales y tolerantes con los demás.
  7. Mostrarse preparados para dar respuesta libremente a las exigencias de su fe y sus demás convicciones personales.

5. Opus Dei

Cora está inspirado en principios cristianos y muchos chicos descubren en el club que ser buen cristiano y tratar a Dios no está reñido con la diversión. Aprenden a preocuparse unos por otros, a cultivar una amistad auténtica con sus compañeros de clase, parientes y vecinos; a colaborar con los más necesitados; a compartir sus alegrías y llevar su propio ambiente a los demás.

Desde el principio, los padres hemos confiado la formación cristiana que se imparte en el club a personas de la Prelatura del Opus Dei, una institución de la Iglesia Católica que fundó san Josemaría Escrivá de Balaguer.

La presencia del espíritu cristiano en el club se manifiesta en detalles como la insistencia en la seriedad y exigencia en el estudio, el impulso de los valores sociales y de servicio, el respeto a la libertad personal, el protagonismo de los padres, el fomento de las virtudes humanas o el clima de confianza y cordialidad; pero el club no es confesional y está abierto a personas creyentes y no creyentes.