Viernes, 15 de diciembre. Teníamos algunos la experiencia del año pasado y veníamos muy motivados, con nuestra chaqueta y corbata de gala. A las 20.30 tuvimos meditación en el oratorio, predicada por D. Ignacio, con alusiones personales a los que estábamos que nos hicieron reír bastante. Todo muy random que fue la palabra que más salió. Después la cena prodigio, que nunca se terminaba: ¡hasta sobraron pizzas! Pasamos a las fotos del año. Un número increíble y carcajadas. Hemos hecho tal cantidad de planes que aquello parecía de cine. y, al final, el plato fuerte: ¡los villancicos! He de reconocer que disfruto un montón con la pandereta, las palmas y los turrones. Ha sido una cena inolvidable, que refleja el ambiente de familia que vivimos en Cora. Muchas gracias, ¡feliz Navidad!