Así, sí

Lunes, 7 de noviembre de 2022. Es de las primeras veces que vengo a Cora. Normalmente me he apuntado para jugar al fútbol, hacer una excursión, participar en una barbacoa o acudir a un plan de solidaridad; pero eso de venir a estudiar… era otra cosa. Ayer se me ocurrió que debía probar y aquí estoy. Nunca había aprovechado el tiempo así. Nadie te interrumpe, hay silencio, la peña está concentrada con lo que tiene que hacer, y —no te lo pierdas— muchos se ponen delante una estampa de la Virgen o un Crucifijo pequeño para “ofrecer el estudio a Dios”, dicen. De vez en cuando sale uno, sin hacer ruido, regresa y llama a otro, y así varios. Me dice uno de ellos, al terminar, que salía esos diez minutos de la sala de estudio para charlar con D. Ignacio, el sacerdote del club. En fin: esto es un buen rollo, aunque después de la hora y media de estudio sin parar que me he metido, estoy con agujetas mentales. Pero veo que así, sí.